Las leyes de la naturaleza se imponen en estas tierras de diversas maneras.....así cuando las lluvias son fuertes, los surcos y caminos que ahora transitamos sin apenas problemas, se convierten en corrientes que arrastran lo que encuentran...ramas secas, piedras, arena....Del mismo modo la naturaleza se impone cuando el viento sopla fuerte, levantando pequeños tornados de arena blanca o roja, dependiendo del terreno, que suben hacia el cielo y que son visibles desde la lejanía....También la naturaleza se impone cuando el animal tiene hambre y ataca hábilmente a su posible y deseada presa.
Ayer cuando abandonábamos nuestro periplo por la reserva de Etosha, y después de haber visto muy muy cerquita elefantes, jirafas, una gran manda de cebras, cantidad de ungulados y dos prehistóricos rinocerontes ( vaya bichos!) ..de repente confundiéndose con la tierra dorada una leona en pleno ágape....y a escasos metros de ella, dos feas hienas y un pequeño chacal....paramos y contemplamos ( entre interesados y apenados) un espectáculo duro pero al mismo tiempo comprensible....la leona tenía cogida a su pequeña pero suculenta presa con las patas delanteras y se dedicaba a morder suavemente la parte delantera del animal ya más que muerto. También impresionaba ver cómo la leona ni se inmutaba por la cercanía de los otros depredadores ( carroñero) que con respeto y paciencia esperaban poder aprovecharse de la caza cuando la leona se hartara y abandonara el lugar.
Así es la ley de la selva y la ley de la vida....sobrevive el más sagaz o el más fuerte, el que se adapta y aprende, el que corre más.....
Hoy dejamos esta zona, donde hemos pasado tres días llenos de sorpresas y donde la naturaleza se hace tan real.
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