Creo que este viaje me va a volver cursi...lo digo porque lo que ven mis ojos, huele mi nariz, aspiro por la boca, toco y siento despierta en mi una serie de adjetivos que casi estaban olvidados en el lenguaje que uso a diario....porque lo que hemos visto al llegar al Lago Tahoe ( por cierto, os recomiendo mirar el mapa..en Google Earth...y veréis que curioso es...el estado de Nevada y el de California comparten este increíble lugar)...
Pues bien como iba diciendo, al llegar al lago, después de una camino de soledad, rocas y sequedad......,PUMBA¡...una explosión de abetos enormes, unas montañas que llegan a los 3200 m y un inmenso lago de tres colores de azul.....sorprendente.
Pues bien como iba diciendo, al llegar al lago, después de una camino de soledad, rocas y sequedad......,PUMBA¡...una explosión de abetos enormes, unas montañas que llegan a los 3200 m y un inmenso lago de tres colores de azul.....sorprendente.
Nos alojamos dos días aquí, en un hotelito de madera...de esos con pasillo por fuera , pocas habitaciones, súper sencillo, limpio, silencioso y con una King Bed y una ducha que ya quisieran muchos hoteles de lujo!
La vuelta al lago, unas 75 millas, es una continua explosion de contrastes entre lo verde de sus arboles, rectos y tan altos que casi te desnucas al mirar sus copas, y los tonos del lago...desde un esmeralda claro a uno azul añil . La ladera de montaña de repente cambia y aparece con textura arenisca, casi blanca salpicada por grandes rocas redondeadas, como moldeadas por el cincel de un artista....rocas que han rodado, algunas cruzado la carretera y se han quedado ancladas en sitios diferentes dando al paisaje un aspecto de museo pétreo al aire libre...y detrás de ellas los diferentes tonos de este lago.
Hoy un súper picnic, con vinito y todo, apoyados en un gran tronco.
!La población India, que era quien habitaba aquí hace no tantos años y que fueron arrojados por los extanjeros invasores, debían vivir una vida plácida...Búfalos, Alces, agua sin fin, madera...que bello lugar.