Confidencias de hermanas

La playa donde nos bañamos a primerísima hora de la mañana está delante de nuestra pequeña y acogedora casita, una casa de dos plantas con "veranda" de madera...bueno toda la casa es de madera, creo que entenderéis si os digo que es como las que nosotros , en nuestro país, llamamos prefabricadas...pues bien, esta playa, como las de esta isla esta formada por una trituración completa y suave de caracolas, corales...que configuran una arena limpia y de color dorado...-


No puedes estar tumbada al sol, como en la Costa Brava o en Menorca, aquí te quemarías y además personalmente no aguanto casi nada "al sol". ¿Os acordáis (Pepi, Bibi, Titoy..) la de horas que pasábamos en la playa de Calella?...jajá, aquí es diferente...nadamos mucho, nos dejamos llevar por las olas y jugamos a "surferas"...

Lo que si hacemos, cuando el sol es menos fuerte y estamos en casa, es bajar a la playa y tener largas e intimas conversaciones...oh el tiempo¡ que gran lujo¡¡¡

Cuantas confidencias, confesiones, comentarios...con mis queridas hermanas (ahora solo estamos tres, Marta, Ana y yo) pero es emocionante comprobar la de situaciones y momentos que hemos compartido...hablamos mucho de nuestros padres, pero también de quienes somos ahora, que nos preocupa y que no...como hemos cambiado (si es que lo hemos hecho..) y sobre todo me hace mucha gracia como mis dos hermanas pequeñas ( bueno no las mas pequeñas, pero las numero 7 y 9) me cuentan como me veían a mi cuando ellas tenían pocos años...

Creo que todos deberíamos reflexionar sobre la importancia de la conversación...una manera de comprendernos mucho mejor, un camino de acercamiento, de conexión real no solo espiritual sino también física....adoro estos momentos que me permiten estar tan cerca de las personas que me importan, me gusta sincerarme y que se sinceren, que trasladen sus preocupaciones y sus alegrías...y así estamos en comunión...que suerte tener unas hermanas como las mías¡¡

Escenario

Muchas veces me pregunto qué es lo que hace que a Jacinto y a mi nos atraiga tanto esta tierra....a parte evidentemente de que aquí vive mi hermana Marta, con la que tenemos (tanto Jacinto como yo)una especial conexión, una conexion que va mas allá de una relación de cuñados o de hermanas....

Y no estoy hablando de la sensación espiritual que comporta el estar aquí, ni la relajación que te aporta el esta "lejos"...no, me refiero a una cosa mas material, al tema de la tierra, el paisaje, la luz...o todo aquello relacionado con el "estar físicamente"....

No se si existe una respuesta única, pero analizando e intentando explicarlo creo que es la "iluminación" de esta tierra...los diferentes colores del mar, el cielo y la misma vegetación, el cambio constante del escenario, aun siendo el mismo lugar...¡¡si, eso es¡¡¡ es el escenario en constante cambio que se da en esta isla.

Podéis imaginaros, para explicaros lo que quiero decir, que estáis sentadas en una butaca, en un teatro viendo cada día la misma obra, pero el técnico en iluminación tiene la capacidad de que cada día ese escenario (que es exactamente el mismo) sea diferente....donde ayer la arena era blanca, ahora toma un tono rosado, ¡a pero anteayer era beige¡..

Donde las hojas del cocotero que siempre es el mismo y esta en el mismo lugar hoy es de un verde claro, cuando ayer era mas oscuro y mañana estará perlado de gotas con lo que tomara un color casi plateado....

Pero quizás , lo que me tiene extasiada, es el mar, este mar.

Para explicar el cambio de colores, tonalidades y textura del mar tendría que ser una gran escritora, casi poetisa, ¡ tan potente es la diferencia de visiones que se pueden tener ante él!

"KAI" es como se llama al mar en lengua hawaiana, me parece un monosílabo precioso, aunque pequeño en su extensión...este "kai" es mutante, dependiendo de las nubes, del viento, de las corrientes....del sol, de la luna....de las olas, de la brisa....siempre en tonalidades que van del " polú o u´lïu´lï"(azul) del día, hasta el alâ´nï (naranja) del atardecer , pasando por todas las tonalidades de " ´âkâ´lâ (rosa) de la puesta del sol....

Y ello, reflejo del cielo, un cielo mutante, hermoso, un cielo que te hace sentirte acogida, protegida, pero también que te hace reflexionar...en cada minuto que disfrutas de ello, constatas lo afortunados que somos...vivir en un lugar de paz.

La contemplación de este "escenario" y el darme cuenta de lo que estoy sintiendo, viviendo, compartiendo...es posiblemente el que me hace sentirme, aquí, tan bien.