martes, 10 de diciembre de 2013

OOOOOHHHHH SUD AFRICA




Estoy encantada de haber decidido venir a Sud África-

Y lo mejor es haber dedicado tiempo a "estar". a pesar de que nos falta tiempo...

Peo no estoy encantada solo por la belleza incuestionable de sus paisajes, la inmensurable extensión de sus praderas, los cielos de ese color azul virginal, las nubes en toda su potencia...ahora gordas, espesas y enormes, ahora finas como cabellos de ángel, ahora blancas cual merengues, ahora rosas pelicano..


Tampoco solo por sus costas y sus mares, unas veces tan calmos y otras rugiendo cual leones enfadados y hambrientos...por sus rocas tan dispares.

Unas escarpadas y puntiagudas, agresivas y cortantes, otras redondas y orondas como invitándote a retozar en ellas, de colores tan dispares que van del negro betún al rosa claro.

Ni por la cantidad de animales, animalitos, animalotes que hemos podido ver, tanto en sus maravillosos parques nacionales, como libremente en campo, carretera, espacios públicos...o ovejas que circulan por la carretera y que te obligan a parar. ¡Una maravilla¡

Ahh y tampoco solo por esos arboles frondosos, imponentes, de hojas brillantes, o de sus jacarandas en lila explosivo y transparente...

Tampoco solo por los ríos que la recorren, algunos color hierro, otros verdes alga y los mas azules oscuros con tintes marrones...



Tampoco solo por los olores que, sin darte cuenta, van entrando en tu cuerpo a través del olfato pero también por la epidermis, llegando a impregnarte cual perfume en ocasiones acido, otras agrio, pero las mas de olor de tierra, agua, polvo, flores, fruta madura, a alga húmeda, a caracol, a miseria, a felicidad, a risas.....a humo, a carbón, a heces....




Pues no,  no solo es por todo esto que me gusta haber conocido esta parte de África, lo que mas me ha gustado es su gente.

Mi hija Julia que algunos veranos dedicaba su tiempo a estar en África, colaborando con alguna ONG, escribió un librito estupendo que se llama "La sonrisa de  África", y allí explicaba la maravillosa actitud de estas gentes que sin tener nada, y a pesar de lo que han vivido y aun viven, están dispuestos generosamente y siempre a darte a regalarte una sonrisa.

La fama de violencia de esta gente, seguro que los hay, pero como en todos sitios, es una estafa para ellos; la mayoría son amables, cariñosos ( a la que pueden te están achuchando) alegres, con ganas de hablar y enseguida quieren saber de donde vienes...a donde vas...que estas haciendo aquí...si te gusta su país...

En esta pagina, que casi será la ultima de mi blog,, podéis ver algunas fotos de lo que os cuento.

lunes, 9 de diciembre de 2013

VIÑEDOS



La ventaja de estar instalados en Cape Town es que alrededor de esta ciudad tienes muchas posibilidades de ver y hacer cosas diferentes.

Una de las rutas que os recomiendo es la de los vinos; aquí hay mas de 200 vinerías, donde puedes ver en todo su esplendor, en un paisaje muy diferente del de EEUU (Sonoma, Napa..) como ésta gente mantiene una tradición vitivinícola que se aleja hasta el siglo XVI.

La "excursión" la hemos hecho con la madre de un amigo nuestro Sud Africano, que ahora esta viviendo en Abu Dhabi, que nos ha hecho de "anfitriona".

Las fértiles laderas de las montañas, siempre presentes en el sky line de esta parte del continente sudafricano, no solo acogen la viña , sino que también tienen arboles frutales, campos de fresones, y olivos, todo ello bien irrigado por agua subterráneas y ríos que bajan de las montañas...así que podéis imaginar cómo es de bonito y bucólico este espacio.

Nosotros hemos ido hasta Stellenbosch, y allí donde además hay una buena universidad, hemos dirigido nuestros pasos a la   "Bochendale Manor Hause".  Una  gran "estancia", con una preciosa casa y sus consabidos huertos, estancias para animales  otras edificaciones te dan la bienvenida.



La entrada esta bordeada a ambos lados de preciosas hortensias, de tonos malva , acompañadas por arboles generosos en sus ramas, que dejan pasar la luz del sol, dando al conjunto un tono casi teatral...

La casa es típica "afrikáner", y en su interior, que conservan para que puedas hacerte a la idea de lo "mal" que vivían, puedes ver realmente lo que es una casa de campo sofisticadísima.

Dentro de la casa, lo que mas me ha gustado es que tradicionalmente separan las estancias de la parte delantera de la trasera con una reja en madera de teca y podocarpo maravillosa...

Me ha parecido estar en Menorca, lo digo por los muros tan anchos, pero sobre todo por  la distribución de los espacios exteriores, la construcción de sus muretes (blancos encalados) e incluso las puertas de los estables, se parecen mucho.

Nos han servido, en un frondoso jardín, bajo u enorme árbol y un toldo ( evitar que cacas de pajarillos estropeen el menú), un Picnic...pero uno de verdad...ha sido estupendo, a pesar de que un fuertísimo viento aparecía de vez en cuando por allí intentando llevarse las copas, la ensalada, las servilletas en su arrebolado paseo.

Pero eso no nos ha amedrantado, así que hemos tenido una comida como Dios manda...acompañada de un excelente vino de estas bodegas.