Estoy encantada de haber decidido venir a Sud África-
Y lo mejor es haber dedicado tiempo a "estar". a pesar de que nos falta tiempo...
Peo no estoy encantada solo por la belleza incuestionable de sus paisajes, la inmensurable extensión de sus praderas, los cielos de ese color azul virginal, las nubes en toda su potencia...ahora gordas, espesas y enormes, ahora finas como cabellos de ángel, ahora blancas cual merengues, ahora rosas pelicano..
Tampoco solo por sus costas y sus mares, unas veces tan calmos y otras rugiendo cual leones enfadados y hambrientos...por sus rocas tan dispares.
Unas escarpadas y puntiagudas, agresivas y cortantes, otras redondas y orondas como invitándote a retozar en ellas, de colores tan dispares que van del negro betún al rosa claro.
Ni por la cantidad de animales, animalitos, animalotes que hemos podido ver, tanto en sus maravillosos parques nacionales, como libremente en campo, carretera, espacios públicos...o ovejas que circulan por la carretera y que te obligan a parar. ¡Una maravilla¡
Ahh y tampoco solo por esos arboles frondosos, imponentes, de hojas brillantes, o de sus jacarandas en lila explosivo y transparente...
Tampoco solo por los ríos que la recorren, algunos color hierro, otros verdes alga y los mas azules oscuros con tintes marrones...
Tampoco solo por los olores que, sin darte cuenta, van entrando en tu cuerpo a través del olfato pero también por la epidermis, llegando a impregnarte cual perfume en ocasiones acido, otras agrio, pero las mas de olor de tierra, agua, polvo, flores, fruta madura, a alga húmeda, a caracol, a miseria, a felicidad, a risas.....a humo, a carbón, a heces....
Pues no, no solo es por todo esto que me gusta haber conocido esta parte de África, lo que mas me ha gustado es su gente.
Mi hija Julia que algunos veranos dedicaba su tiempo a estar en África, colaborando con alguna ONG, escribió un librito estupendo que se llama "La sonrisa de África", y allí explicaba la maravillosa actitud de estas gentes que sin tener nada, y a pesar de lo que han vivido y aun viven, están dispuestos generosamente y siempre a darte a regalarte una sonrisa.
La fama de violencia de esta gente, seguro que los hay, pero como en todos sitios, es una estafa para ellos; la mayoría son amables, cariñosos ( a la que pueden te están achuchando) alegres, con ganas de hablar y enseguida quieren saber de donde vienes...a donde vas...que estas haciendo aquí...si te gusta su país...
En esta pagina, que casi será la ultima de mi blog,, podéis ver algunas fotos de lo que os cuento.