Familiares y amigos, este es nuestro blog donde podréis seguir de cerca nuestro periplo viajero y posiblemente acompañarnos con "el cuore" y a partir del regreso seguir mis experiencias y pensamientos....
sábado, 5 de noviembre de 2016
Luderitz
Luderitz es un lugar extraño, en realidad hemos ido hasta este lugar porque aquí hay un pequeño aeropuerto donde los Dedeu cogerán vuelo para regresar a Hong Kong....han estado diez días con nosotros...una gran experiencia.
Pues como os decía, este apartado punto de Namibia que roza el Atlántico es un lugar extraño....no se es como si estuviera deslabazado...pero como yo siempre digo, si solo vas.miras y regresas no puedes descubrir los secretos que guardan ciertos lugares....como este, donde el mar se mete en una tierra que
tiene cinco bahías, no esas bahías concheras...sino entradas de mar de diferente anchura y profundidad....es una ciudad donde la gente vive trabajando en la factoría de Pescanova que está aquí plantada, cual rey Midas....
Aquí hace frrrio, es increíble pero no hemos superado los 25 grados...por la mañana 18... y eso que estamos en Namibia...el viento sigue a nuestro lado.
Algunas veces hay sitios que te atraen que te seducen...aquí la seducción ha sido lenta, casi silenciosa pero al cabo de dos días este lugar ha merecido visitarse....ademdespués de dejar a nuestros amigos en el avión...jaja es que el aerodromo era tan pequeño que todo se hace sencillo...como antes en el de Menorca...bien pues después de despedirlos nos hemos adentrado en la Península de Luderiz y llegado hasta el faro y Punta Díaz....y por caminos de tierra y arena hemos recorrido a lo largo de tres horas una tierra increíble bañada por el mar....y como habréis supuesto nos hemos dado un chapuzón, aunque he de reconocer que mi cuerpo ha quedado un buen rato en estado de congelación....pero es que lo de meter la cabeza bajo el agua es algo que me es imposible evitar en cuanto me meto en el mar,
Ayer, santo de mi querido y añorado hermano Carles, recorrimos un largo trecho hasta Sousevil y el paisaje es un master en geología....montañas de piedras amontonadas fruto de los mil movimientos telúricos que ha tenido esta parte del globo, montañas llenas de pequeñísimos plumeros duros como varas de hierro que ofrecen un colorido entre verde pardo y gris, pero justo delante una inmensa llanura de arena beige salpicada por escasos y deseados árboles que apenas producen sombra...la carretera de tierra en bastante buen estado y de repente tras una vaguada un muro de montañas rosas que se dejan sombrear escasamente por una montaña de granito, negra.....es algo inmenso...que belleza nuestro planeta!
Imprescindible viajar en coche, que lo que vale es el "mientras" , mientras vas de aquí a allá, mientras deleitas tu vista con tamaña belleza, imposible describir,.." mientras" paras y pisas esa textura entre blanda y firme de unas praderas de tierra blanco.beig.rosa...y de repente el trinar fuerte de un desconocido pajar de alas inmensas, o el ver colgado de los árboles unas bolsas de hierva que son fruto del trabajo de las aves para allí empollar....hay algunos tan grandes que la rama del el árbol, imagino muy enfadads, se tuerce peligrosamente...pero allí se mantiene , con familias de pájaros que lo han ocupado.
Y ahora, me voy a caminar un buen rato, es sábado y estamos instalados en un Camp en medio de la nada, en unas casitas individuales ( en total hay ocho) sencillas y cálidas, todas en beige
jueves, 3 de noviembre de 2016
Seco seco
Esto no es como EEUU, aquí en Namibia Internet funciona como puede, por ello no puedo escribir siempre que quiero....ahora y después de unos tres días con dificultades comunicativas, parece que voy a poder contaros algo de nuestro paso de Sud África a Namibia....
Insisto en la dificultad de explicar lo que se siente cuando alguien ve lo que estoy viendo....quizás es la falta de vida que hay en estos parajes, llanuras de tierra, pequeñas piedras, escasos árboles...un viento casi constante y un cielo siempre azul sin apenas nubes que lo interrumpan.
A diferencia del recorrido entre Durban y Cape Town, el de Cape Town hasta la frontera de Namibia es de una sequedad importante...quiero decir que allí grandes ríos desembocando en el mar, aquí cauces de lo que quizás habían sido rios o que, en el mejor de los casos, lo son en época de lluvias pero que ahora están no secos, sino sequisimos....pero lo que ves es de tal grandeza que casi has de pararte a analizar cómo puede haber semejante tierra en un planeta donde, nosotros, estamos acostumbrados al tumulto, la gente, los coches, los anuncios, los edificios...aquí haces kilómetros y apenas se deja ver vida animal, o personas o casas....solo cuando llegas a algún punto donde figura hay un pueblo, puedes ver que si, que hay personas que viven aquí....eso sí los pueblos apenas son diez casas, una gasolinera, un llamado café.bar, y si el pueblo es grande siempre un SPAR....
Estoy segura de que cuando la gente va a Namibia, se salta este camino que hemos hecho, pero ya sabéis que creo que viajar en coche es la manera de conocer el país....y es así! El paso de la frontera es casi cómico, aunque te piden pasaporte y demás papeles...matrícula coche, quien conduce, de donde vienes, a donde vas y a quien han de avisar si te pasa algo!! ...son amables y muy muy negros, pero enseguida sonríen y si les das conversación se enrollan de maravilla en un inglés medio afrikáner, que casi ya entendemos ( bueno esto que acabo de escribir es una exageración).
Sigue siendo sorprendente , ah y se me olvidaba explicaros que antes de llegar a Namibia hemos estado en un pueblecito increíble, Paternoster, delante del mar y en una casa que era todo " mediterránea" ... abierta al mar, maderas blancas, grandes ventanales....un lujo de lugar.
Ahora, hoy es miércoles día 3 de Noviembre, por cierto el día que mi sobrina Barbara se casa, acabamos de llegar a Luderitz, después de estar dos días en el Fish River Canyon...una experiencia increíble, un espacio en la tierra digno de saborearse...aunque te ha de gustar este tipo de viaje....sin prisas, largas caminatas, largas horas en carreteras polvorientas...pero un lugar mágico.
Aquí apenas hay animales, y los pocos árboles que hay son casi cactus...un contraste entre tierra y cielo bellísimo...viento y a pesar de haber llegado a 36 grados, el calor es tan seco que no se hace para nada insufrible...estamos disfrutándolo.
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