viernes, 18 de noviembre de 2016

Atardecer


Definitivamente los cielos de África, como dice siempre mi hija Julia ( enamorada de este continente africano, como yo)  son indescriptibles, difíciles de adjetivarlos e incluso diría que, aún consiguiera minimamente describir  lo que siento al verlos, es casi increíbles..quiero decir que parece que no sea verdad lo que tus propios ojos están viendo......ya sabéis,  siempre que intento describir un paisaje, un amanecer, un olor...en fin una sensación, al final siempre digo lo mismolo , se ha de ver, oler, experimentar...para entenderlo.

Ayer ,cuando el sol de ponía, estábamos atravesando el bosquecillo que hay para llegar donde dormimos....y el cielo en ese momento ( evidentemente detuvimos el coche y bajamos) era no rosa, no morado, sino NARNJA...pero naranja de verdad....un naranja resplandeciente, un naranja orgulloso de ser así...y ocupaba toda una franja ancha y a cada lado el sol dejaba plasmado un color más claro como si los bordes de lo naranja se fueran destiñendo para llegar al  color rosarosado. Con la visibilidad que teníamos y mirando a ras de tierra, no hacia el cielo, los árboles quedaban enmarcados en ese imponente colorido convirtiéndose en negras sombras con el color del cielo atravesando sus ramas....un digno espectáculo de esta naturaleza que lucha por seguir sobreviviendo....y cuando ves tamaño espectáculo te das cuenta cuan necesario es respetar las leyes de lo natural....

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