Y no me refiero a un rumor sobre personas o situaciones, no...me refiero al rumor en el concepto de "ruido", "murmullo" , porque en esta isla del Pacifico, los rumores los da la naturaleza.
Rumor de las olas, chocando contra la arena o las rocas.
Rumor de las olas cuando, después de aterrizar majestuosas en la orilla, se retiran a su espacio con un suave y acariciante sonido de piedrecitas que chocan unas contra otras...piedrecitas (la arena) minúsculas y redondeadas por el roce del mar.
Rumor de las largas hojas de las palmeras al son del viento, cuando rozándose entre ellas parece que se comuniquen para avisarse y dibujar , con su contraste (verde sobre azul) con el cielo, una estampa de relajamiento y belleza.
Rumor de las hojas de plumeria, que emanando un perfume dulzón parecen invitarte a cortarlas y colocártelas entre la oreja y el pelo...cual típica estampa hawaiana.
Rumor en la noche de pájaros silvestres que, seguro, están llamándose para ¡ vete a saber qué¡
Esto es lo que percibo, lo que respiro y lo que oigo estando en este lugar....rumores de sonidos positivos, de una naturaleza que en si misma abarca todo mi momento, aquí y ahora.
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