26.noviembre.13
A pesar de que esta mañana he tenido mi cabeza y mi corazón en Barcelona, cerca de mi hija Julia, a la que debían someterla a un control del derrame cerebral que tuvo el 3 de diciembre del año pasado , no por ello he dejado de observar y sentir la belleza de esta África. Delante de estos paisajes y de tamaña belleza, mis energías han ido todas para ella...Jacinto, a mi lado, sin apenas mencionar el tema, también estaba con ella.
A las 16h Dany y Judith nos han dado la buena noticia, y a las 19h hemos hablado directamente con ella...estaba contenta, tranquila " mami estoy mas que bien" .Y yo agradecida a quien dirige nuestros destinos...seamos nosotros mismos o Dios ( en el mas amplio de su significado) .
¿Cómo no voy a estar enamorada de la vida?
La zona de Mpumalanga, donde estamos estos días, es un
capricho digno de un pintor enamorado de tonalidades suaves y paisajes
profundos...casi puedes ver a Turner sentado frente a estos espacios e
intentando, con su arte, reflejarlos en el lienzo o al magnifico fotógrafo Marcel Van Oosten con su cámara a cuestas secuestrando el paisaje.
Yo y vosotr@s tenemos la suerte de compartir las fotos de el mejor fotógrafo (lo lamento por Oosten). Y sabéis quien me refiero
No creo que Turner viniera por aquí, pero el camino entre
Hacyview y la granja donde estamos hospedados es digno de él.
Los verdes son tantos y tan cambiantes que, en contraste
con el cielo se potencian y la paleta de colores es inmensa.
El paisaje de grandes praderas donde
destacan pequeñas y no tan pequeños termiteros color dorado...sisi termiteros de tamaños mas que considerables, a bosques de pinos
y de eucaliptos que son plantados para su posterior poda.
El eucalipto, como os conté, para hacer papel y el abeto
y el pino para la construcción.
La denominación pueblecito, en nuestra cultura, es
símil de un lugar monismo, limpio, con casitas y comercios cuidados...etc. Aquí
a la que tienen un trozo de tierra montan, con adobo o los mas ricos con
ladrillos, sus casas, en un espacio que van llenando de restos de cascotes,
papeles, plásticos...ah y siempre a la vera de la casucha un excusado...jaja si
el wc fuera de casa.
Y cubren la construcción ( si se puede llamar así) con
chapa que aguantan con piedras para que el viento no las arranque o los que
usan adobo con ramas secas ( por cierto este techado es lo mejor)
La marranería es bastante común, y siguen sin agua
corriente ( en los poblados pequeños) por lo que van a la fuente o al río a
buscarla....ellas, por supuesto, casi siempre con un bebe atado a su espalda
con un generoso trozo de tela, o con un par de niños corriendo, descalzos y
felices, a su lado.
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