Por la carena

Cuando estás en esta isla puedes contemplar montañas tan tupidas de verde que es prácticamente imposible soñar que puedas caminar entre esa maraña maravillosa de tonalidades....pero resulta que si puedes, eso si, atravesando cual capitán Cook lugares donde los helechos han construido una fortaleza verde clara, o trepando y bajando por senderos de resbaladizo “mud” o escalando por rocas de arena coloreadas de tonos rosa-rojo-amarillo....y eso es lo que ayer hicimos....siete horas por un sendero maravilloso y difícil donde pudimos constatar cómo es está isla por sus montañas.

Horquidias salvages de tonos blanco y punta rosada, una matas donde el verde clarea en su base para irse oscureciendo hasta acabar en un verde oscuro, hojas 🍁 color.cobre, blancas, verde pálido, naranjas, amarilla y plateadas....de un mismo seto, palmeras de diversos tipos, árboles inmensos de copas redondeadas y troncos pulidos, troncos de árboles imposibles de entender como se han retorcido de manera que parecen gimnastas o yoguis, naturaleza a tope y todo bajo un cielo pintado de nubes que se mueven azuzadas por el viento que aún sopla fuerte y que te refresca cuando llegas a un claro por la carena donde ascendemos ,  un espacio donde corre con facilidad.

Una excursión fantástica, cansada, fuerte pero que me ha dejado entender como son estas montañas que contemplo cada día y que parecen ser insoslayables.